La sede social de Ibermutua en Madrid fue objeto de una intervención interior integral, centrada en transformar el entorno de trabajo desde una perspectiva de bienestar, identidad corporativa y eficiencia funcional. A diferencia de otras actuaciones similares, esta reforma no solo abordó la actualización técnica del edificio, sino que puso el foco en la experiencia del usuario y en la cultura organizativa de la entidad.

Se diseñaron espacios abiertos, flexibles y luminosos, orientados a fomentar la colaboración, la comunicación interna y el equilibrio entre actividad y descanso. La distribución se organizó en torno a núcleos de trabajo, zonas de encuentro informal, áreas de atención personalizada y espacios de formación, todo ello articulado con criterios de ergonomía, accesibilidad y confort ambiental.

La intervención incorporó una paleta de materiales cálidos, acabados naturales y una iluminación cuidadosamente estudiada, que contribuyen a generar una atmósfera amable y profesional. Se integraron los valores de la marca en el diseño interior mediante elementos gráficos, colores corporativos y soluciones que refuerzan la identidad institucional sin recurrir a artificios.

Con esta actuación, se consolidó un modelo de oficina contemporánea que va más allá de la funcionalidad, apostando por el bienestar de las personas, la eficiencia operativa y la proyección de una cultura corporativa sólida y coherente.