Las oficinas López Real 21 en Madrid fueron concebidas como un entorno de trabajo contemporáneo que combina apertura espacial, bienestar físico y una estética contenida pero expresiva. El proyecto se desarrolló con el objetivo de crear un espacio funcional, cómodo y estimulante, capaz de adaptarse a las dinámicas laborales actuales sin perder identidad.

La distribución se organiza en torno a espacios de trabajo abiertos, que favorecen la colaboración y la transparencia, intercalados con áreas de reunión cerradas que permiten concentración y privacidad. Esta dualidad espacial responde a la necesidad de flexibilidad operativa y diversidad de usos, generando una experiencia laboral equilibrada.

Uno de los elementos distintivos del proyecto es la incorporación de un gimnasio propio, integrado en el conjunto como parte de una estrategia de bienestar corporativo. Este espacio, luminoso y funcional, refuerza el compromiso de la empresa con la salud y el equilibrio entre trabajo y vida personal.

La imagen general del interiorismo se define por una sobriedad elegante, con acabados neutros, líneas limpias y materiales duraderos. Sin embargo, pequeños acentos de color —en mobiliario, textiles y elementos gráficos— aportan dinamismo y personalidad. El verde vegetal natural, presente en puntos estratégicos, introduce frescura y conexión con la naturaleza, mientras que la iluminación, cuidadosamente diseñada, combina luz natural y sistemas artificiales cálidos para crear una atmósfera confortable y estimulante.

Con esta intervención, López Real 21 consolida un espacio de trabajo que no solo responde a criterios funcionales, sino que proyecta una cultura empresarial moderna, saludable y visualmente coherente.